lunes, 28 de julio de 2008

La humedad ya se podía sentir en el aire: recorría toda la ciudad y chocaba contra la ventana cerrada del cuarto de Lola. Esa noche si que no llevaba su nombre, definitivamente no era para ella, lloraba y no paraba de llorar: ¿merecen ellos que suframos de tal manera? ¡NO!
Su subconciente pudo convencerla "Arriba Lola", se vistió y salió a la calle. Todo era frágil hoy, incluso ella. Ruidos y luces arriba, Lola caminaba, pequeñas porciones de crital parecían caer en su negro pelo.
Verde, amarillo, rojo. Unos pasos y ya del otro lado; un viejo amigo cruza miradas con ella. Se acerca sin previo aviso y con un beso rompe las barreras de la racionalidad, para nada normal... "Todo era frágil hoy, incluso ella": ¿Quién puede recuperarse tan rápido de tan grande ruptura? Lola no, no soportaría amor todavía. Él, estaba amándola como nunca nadie lo había podido hacer. Hermoso pero trágico. "Insoportable", diría ella. ¡Insoportable amor! no pudo con tanto, Lola se rompió...

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