jueves, 11 de septiembre de 2008


Olvidarme de lo que mas quiero, eso muchas veces me encantaría- Olvidarme de lo que menos quiero olvidarme; y muchas veces (SIEMPRE) es lo que más cuesta. Las cosas simples se olvidan facilmente, es cuestión de poco tiempo, pero... ¿con las cosas más complicadas qué? ¿qué hago con lo que más quiero pero no quiero ya? ¿qué hago con lo que mas aferré? ¿y con el tiempo que perdí? el tiempo que perdí y sigo perdiendo. Lo hecho hecho está.
Se supone que el ser humano aprende de los errores, ¿será esto un error? ¿qué aprendo yo? ¿a no enamorarme más de lo no correspondido? ¿a no perseguir lo imposible? ¿a olvidar rapida y facilmente? IMPOSIBLE ojalá las cosas fueran así de fácil muchas veces - Un tropezón no es caída, lo sé. Pero ¿qué hacemos con una persona que tropieza con la misma piedra una y mil veces, se lastima y no se olvida?

Muchas veces el cansarnos de los errores nos hacen cerrar los ojos o dejarnos engañar por la mente y no el corazón; estar vulnerable. Hay una herida que se quiere sanar y creemos que podemos sanarla con cualquier cosa y así nos dejamos engañar - Necesitamos meditar las cosas y tratar de poder abrir los ojos, no tropezar de nuevo y no lastimar ni ser lastimado. Saber decir BASTA

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